domingo, 2 de enero de 2011

Limpiando la platería con pocos medios y mucha efectividad


Tener objetos de plata no es sinónimo de ser ricos. ¿Quién no tiene una joyita, una herencia, un regalo especial de este noble metal? pero se pone feo, se ennegrece y pierde brillo. Para que luzca de nuevo tengo una sencilla receta que funciona a las mil maravillas:

En un recipiente enlozado o cerámico, idealmente, echar agua caliente suficiente para cubrir los objetos a limpiar.
Colocar un trozo mediano de papel de aluminio (el de cocina está perfecto) dentro del recipiente y agregar un poco de sal de cocina común y corriente.

Sumerge los objetos y en pocos instantes, ante tus ojos, brillarán reluciendo.

Yo lo he hecho muchas veces desde hace años y, buscando una imagen, me encontré la misma receta pero con más explicaciones, acá*

5 comentarios:

ojo humano dijo...

¡Quién como tú! con esas cosas tan lindas, bueno mi cuchara de palo también lo es, perdóname, es de mañío, lo único que tu receta no me acomoda jejeje.

Bromas aparte, tuve unas cucharitas de esas y las regalé porque nunca supe de tu receta. Ahora todo el servicio es desechable y me he acostumbrado a cambiarlo cada cierto tiempo. Y ya no me quedan tías que me hereden algo...espera...nunca tuve tías, ay que soy burra.

Un besote. Te quiero por lo original que eres.

Gabriela dijo...

Lo voy a probar. La plata tiende a ponerse negra con la sola interacción del ambiente, peor en una ciudad tan húmeda como Lima.

AleMamá dijo...

¡Te sorprenderás, Gaby! y es tan fácil y barato....

AleMamá dijo...

Toyita, las cucharitas no son mías. Yo tengo de noble acero inoxidable y punto, jeje, pero tengo algunas cositas de plata, algunas de alto valor sentimental.
Besos

Marta Salazar dijo...

esta receta es super buena, a veces lo hacemos en la casa ;)

Oye, una amiga (abogado chilena) a la que le recomendé el blog me comenta:

"lo que me extraña es el nombre del blog "para tiempos de guerra" ..."

se refiere a lo que dice en la columna de la derecha...

yo entiendo lo que quieres decir; pero... la retórica guerrera está un poco pasada de moda, resulta algo chocante a las nuevas generaciones (la mía, por ejemplo, ja ja), piensa si no querrías cambiarlo :)

Un abrazo!