Las cosas se hacían en casa. Pensemos en la mayonesa, los vinagres, las sábanas......TODO. Hoy hemos recurrido a lo industrial mucho más de lo necesario, hablando con una mano en el corazón. Ya no lo pensamos, compramos todo. Punto.
Con subproductos de ropa usada se hacían los traperos (fregonas/mopas) para sacar brillo al piso y/o sacudir, para la cama del perro y miles de usos. Hoy decíamos que todo lo compramos ad hoc, pero es un ahorrito nada desdeñable si las cosas están mal.
También los estropajos, y para ello, los mejores materiales eran los calzoncillos rotos, 100% puro algodón hilado, de excelente calidad, extra absorventes y sumamente útiles, pero de bien poco estilo, reconozcámoslo.
Hervidos y clorados no había cocina en que no se utilizaran hasta que llegaron los "de marca" y ya nos dio pereza y vergüenza usar esos artículos aunque fuera para fregar, pero siguen plenamente vigentes sus virtudes para el aseo. Basta mantenerlos hervidos seguido ¡y a la vez que ahorramos, tiramos menos deshechos artificiales al ambiente!
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