martes, 31 de agosto de 2010

Alpiste.

En vista y considerando la cantidad de desarreglos estomacales que sufrimos a todo nivel, he recordado una sencilla receta: Leche de alpiste.
Sí, como se lee. Esa simple y pequeña semilla es un laboratorio de salud. Purifica los riñones, ayuda a las funciones del hígado y del páncreas.
Y si algo me interesa es vivir sanamente, digo, para envejecer natural y lo mejor que se pueda dentro de tanta tentación rica que promueve la modernidad.
Para la leche:

Unas 5 cucharadas de semillas de alpiste, dejarlas toda la noche en remojo.
En la mañana se lavan, se ponen con 750 cc de agua limpia (yo lo hago con agua cocida fría que dejo de la noche anterior) en la juguera y se muelen bien.
Se pasan por el colador y a tomar un vaso bien grande, en ayunas.
Y nada de azúcar, endulzantes u otras yerbas.

Les prometo que en un mes cantarán mejor que los canarios.
(Y si no cantan, por lo menos van a tener una mucho mejor salud, que les deseo de corazón)

¡Salucita!

3 comentarios:

Edit dijo...

Que buena receta nos das!
Ya lo voy a poner en práctica, y se lo voy a pasar a mi hermana.
Gracias.
Un beso.

AleMamá dijo...

¡Salud, Toyita! ya llegó septiembre y se viene el Bicentenario, amiga, ¡tiqui-tiqui-tíííííííí!

Gracias por tu aporte siempre saludable

Edit dijo...

Me uno a las felicitaciones y a los mejores deseos para Vuestra querida Patria.
Te cuento que hace una semana que estoy siguiendo este consejo del alpiste, y puedo decirte que es muy, pero muy bueno.
Besos.